de Tiempo Ordinario - Ciclo A
21/09/14
Mt 19, 30--20, 16
Trató con ellos un denario por día y los envío a su viña.
Volvió a salir a media mañana y, al ver a otros desocupados en la plaza, les dijo: "Vayan ustedes también a mi viña y les pagaré lo que sea justo".
Y ellos fueron. Volvió a salir al mediodía y a media tarde, e hizo lo mismo.
Al caer la tarde salió de nuevo y, encontrando todavía a otros, les dijo: "¿Cómo se han quedado todo el día aquí, sin hacer nada?".
Ellos les respondieron: "Nadie nos ha contratado". Entonces les dijo: "Vayan también ustedes a mi viña".
Al terminar el día, el propietario llamó a su mayordomo y le dijo: "Llama a los obreros y págales el jornal, comenzando por los últimos y terminando por los primeros".
Fueron entonces los que habían llegado al caer la tarde y recibieron cada uno un denario.
Llegaron después los primeros, creyendo que iban a recibir algo más, pero recibieron igualmente un denario.
Y al recibirlo, protestaban contra el propietario, diciendo: "Estos últimos trabajaron nada más que una hora, y tú les das lo mismo que a nosotros, que hemos soportado el peso del trabajo y el calor durante toda la jornada".
El propietario respondió a uno de ellos: "Amigo, no soy injusto contigo, ¿acaso no habíamos tratado en un denario?
Toma lo que es tuyo y vete. Quiero dar a este que llega último lo mismo que a ti.
¿No tengo derecho a disponer de mis bienes como me parece? ¿Por qué tomas a mal que yo sea bueno?".
Así, los últimos serán los primeros y los primeros serán los últimos".
Palabra del Señor
Reflexión
¿Se puede cuantificar el Amor de Dios? ¿Podemos exigirle a Dios una paga? ¿Somos conscientes de lo que recibimos de Él?
Ojalá en estos tiempos que corren, todos tuviéramos que relacionarnos con un propietario tan bueno y generoso como el de la parábola. Pero, al mismo tiempo, nuestra vara de medir tendría que cambiar, porque Dios no quiere esas medidas. Su medida es amar sin medida. ¿Eso puede molestar a alguien? Quizá algunos tuvieron que llegar más tarde a la viña, porque no se enteraron de la oferta del trabajo o por otras dificultades. Hay gente buena, como el propietario, que intenta tratar a todos con igualdad, dignidad y justicia, aunque esta actitud ha de contagiarse a todos los sectores de esta sociedad globalizada.
Queridos amigos, estar con Jesús es ya el mayor tesoro, simbolizado magníficamente en el dibujo, con su “Corazón”. Feliz semana.
Ojalá en estos tiempos que corren, todos tuviéramos que relacionarnos con un propietario tan bueno y generoso como el de la parábola. Pero, al mismo tiempo, nuestra vara de medir tendría que cambiar, porque Dios no quiere esas medidas. Su medida es amar sin medida. ¿Eso puede molestar a alguien? Quizá algunos tuvieron que llegar más tarde a la viña, porque no se enteraron de la oferta del trabajo o por otras dificultades. Hay gente buena, como el propietario, que intenta tratar a todos con igualdad, dignidad y justicia, aunque esta actitud ha de contagiarse a todos los sectores de esta sociedad globalizada.
Queridos amigos, estar con Jesús es ya el mayor tesoro, simbolizado magníficamente en el dibujo, con su “Corazón”. Feliz semana.
Dibu: Fano Fuente: http://blogs.21rs.es/kamiano
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