lunes, 5 de octubre de 2015

Evangelio según San Marcos 10,17-30 - "El joven rico" -

28º Domingo
de Tiempo Ordinario - Ciclo B
"El joven rico"
11/10/15
Mc 10,17-30
Jesús se puso en camino, un hombre corrió hacia él y, arrodillándose, le preguntó: «Maestro bueno, ¿qué debo hacer para heredar la Vida eterna?».
Jesús le dijo: «¿Por qué me llamas bueno? Sólo Dios es bueno.
Tú conoces los mandamientos: No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no perjudicarás a nadie, honra a tu padre y a tu madre».
El hombre le respondió: «Maestro, todo eso lo he cumplido desde mi juventud».
Jesús lo miró con amor y le dijo: «Sólo te falta una cosa: ve, vende lo que tienes y dalo a los pobres; así tendrás un tesoro en el cielo. Después, ven y sígueme».
El, al oír estas palabras, se entristeció y se fue apenado, porque poseía muchos bienes.
Entonces Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: «¡Qué difícil será para los ricos entrar en el Reino de Dios!».
Los discípulos se sorprendieron por estas palabras, pero Jesús continuó diciendo: «Hijos míos, ¡Qué difícil es entrar en el Reino de Dios!.
Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que un rico entre en el Reino de Dios».
Los discípulos se asombraron aún más y se preguntaban unos a otros: «Entonces, ¿quién podrá salvarse?».
Jesús, fijando en ellos su mirada, les dijo: «Para los hombres es imposible, pero no para Dios, porque para él todo es posible».
Pedro le dijo: «Tú sabes que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido».
Jesús respondió: «Les aseguro que el que haya dejado casa, hermanos y hermanas, madre y padre, hijos o campos por mí y por la Buena Noticia,
desde ahora, en este mundo, recibirá el ciento por uno en casas, hermanos y hermanas, madres, hijos, campos, en medio de las persecuciones; y en el mundo futuro recibirá la Vida eterna.
Palabra del Señor      
Reflexión
Nada es imposible para Dios
Para Dios nada hay imposible. Su misericordia es tan grande que posibilita lo que en mente humana no nos entra. Jesús, buen conocedor del corazón, indicaba que las riquezas obstruyen el acceso a Dios y al prójimo. Acoger su Palabra es una manera de ir liberándonos del peso del tener y de otros pesos que vamos acumulando a lo largo de la vida.
Dios se las ingenia, con el ingenio y la puntería de su amor. Y hace que el camello pase por lugares imposibles, que se reduzca con la suavidad del hilo del amor de Dios.
Creamos en la posibilidad de lo imposible. Creamos en Dios y en la conversión de los corazones. Y oremos especialmente por el Sínodo de la Familia que se celebra en Roma.
Dibu: Patxi V. Fano           Texto: Fernando Cordero ss.cc.           Fuente: http://blogs.21rs.es/kamiano

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