miércoles, 24 de octubre de 2012

Evangelio según San Marcos 10; 46-52

30º  Domingo  
del Tiempo Ordinario - Ciclo B
28/10/12
Mc 10; 46-52

Mc 10:46-52.- Después llegaron a Jericó. Cuando Jesús salía de allí, acompañado de sus discípulos y de una gran multitud, el hijo de Timeo -Bartimeo, un mendigo ciego- estaba sentado junto al camino. 
Al enterarse de que pasaba Jesús, el Nazareno, se puso a gritar: "¡Jesús, Hijo de David, ten piedad de mí!". 
Muchos lo reprendían para que se callara, pero él gritaba más fuerte: "¡Hijo de David, ten piedad de mí!". 
Jesús se detuvo y dijo: "Llámenlo". Entonces llamaron al ciego y le dijeron: "¡Animo, levántate! El te llama". 
Y el ciego, arrojando su manto, se puso de pie de un salto y fue hacia él. 
Jesús le preguntó: "¿Qué quieres que haga por ti?. El le respondió: "Maestro, que yo pueda ver". 
Jesús le dijo: "Vete, tu fe te ha salvado". En seguida comenzó a ver y lo siguió por el camino. 
                                                                             Palabra del Señor

No hay comentarios:

Publicar un comentario