viernes, 31 de agosto de 2012

Juegos

Aquí te damos un enlace para que actives tus neuronas.
Es todo un desafío.
¡¡¡¡Que te diviertas Geniooo!!!!
http://www.ecatolico.com/software/contextos1.htm

Entra a la pagina, busca la lista de juegos, hace un click en Textos Bíblicos 1 y descarga los juegos en tu computadora, elige el juego y comienza, el desafío es grande e interesante. Recuerda que jugando se aprende.  

FIESTAS PATRONALES 2012

       El domingo pasado celebramos la fiesta en honor a nuestro Santo Patrono, PIO X.
Iniciamos con la procesión por las calles del  barrio. 











El señor obispo Antonio Marino presidió la celebración eucarística.
Después de la celebración se hizo presente la Banda de música de
la Base Naval, y a continuación compartimos un almuerzo fraterno.

Para mas información: Haz click en las imágenes

            
                              
                                 

sábado, 25 de agosto de 2012

Alianza del Siquén, Jueces, Reyes

Lee atentamente, recuerda lo narrado en el encuentro y 
descubre en el mapa  las tierras entregada a las 12 tribus

Evangelio según San Juan 6, 60-69



21º Domingo durante el Año

Después de oírlo, muchos de sus discípulos decían: "¡Es duro este lenguaje! ¿Quién puede escucharlo?". 
 Jesús, sabiendo lo que sus discípulos murmuraban, les dijo: "¿Esto los escandaliza? 
¿Qué pasará entonces, cuando vean al Hijo del hombre subir donde estaba antes? 
 El Espíritu es el que da Vida, la carne de nada sirve. Las palabras que les dije son Espíritu y Vida. 
 Pero hay entre ustedes algunos que no creen". En efecto, Jesús sabía desde el primer momento quiénes eran los que no creían y quién era el que lo iba a entregar. 
Y agregó: "Por eso les he dicho que nadie puede venir a mí, si el Padre no se lo concede". 
Desde ese momento, muchos de sus discípulos se alejaron de él y dejaron de acompañarlo. 
Jesús preguntó entonces a los Doce: "¿También ustedes quieren irse?". 
Simón Pedro le respondió: "Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de Vida eterna. 
Nosotros hemos creído y sabemos que eres el Santo de Dios". 
  
                                                                                                   Palabra del Señor

Reflexión del Evangelio 21º Domingo Ciclo C

 Jn 6,60-69
 21º Domingo 
                                            Tiempo durante  el Año                                        
 Ciclo B  
           Domingo 26 de agosto de 2012          
El evangelio de este Domingo nos presenta a Jesús en Cafarnaúm, donde mucha gente lo ha seguido por sus grandes  milagros, especialmente por la multiplicación de los panes. Es el momento en el que comienza a exponer con toda claridad la dimensión sobrenatural de su mensaje. Precisamente allí  hay quienes tienen temor del mensaje de Jesús y lo abandonan, Él  no los retiene  deja que se marchen, siente pena por quienes no lo entienden; pero Él es fiel a su mensaje. Jesús habla para revelar al Padre y no para agradar a quién sea. Prefiere permanecer solo, y no estar acompañado por personas que no se comprometen con el proyecto del Padre. Pedro le dice: “¿A quién iremos, Señor? ¡Tú sólo tienes palabras de vida eterna y nosotros reconocemos que tú eres el Santo de Dios!” Aún sin entender todo, Pedro acepta a Jesús como Mesías y cree en él. Profesa en nombre del grupo su fe en el pan compartido y en la palabra. Jesús es Palabra y el Pan que sacia al nuevo pueblo de Dios. Sólo en Jesús y dentro de su Iglesia encontramos la Palabra de vida eterna: «Tú tienes palabras de vida eterna».Como Pedro, también en nuestra vida de cristianos tenemos momentos en los que hay que renovar y manifestar que estamos en Jesús y que queremos seguir con Él. Pedro amaba a Jesucristo, por eso se quedó; los otros lo querían por el pan, por los “caramelos”, por razones políticas y lo dejan. El secreto de la fidelidad es amar, confiar.
 A la luz de este Evangelio podemos preguntarnos: ¿dónde tengo puesto mi amor?, ¿tengo  fe y obediencia en el Señor y en lo que la Iglesia enseña?, ¿vivo con docilidad, sencillez y confianza en las cosas de Dios? 

martes, 21 de agosto de 2012

Día del Catequista - Carta del Cardenal J. M. Bergoglio


CARTA DEL CARDENAL J. M.BERGOGLIO A LOS CATEQUISTAS


En el día de la fiesta litúrgica de San Pio X, patrono de los catequistas, el arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, cardenal Jorge Bergoglio, escribió una carta para todos los catequistas.


“En aquellos días, María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá. 

Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel…” (Lc. 1, 39)
 Queridos catequistas: 

Ya es costumbre de muchos años que, ante la proximidad de la fiesta de San Pío X, les escriba una carta. Por medio de ella quiero saludarlos en su día, agradecerles el trabajo silencioso y fiel de cada semana, la capacidad de hacerse samaritanos que hospedan desde la fe, siendo rostros cercanos y corazones hermanos que permiten trasformar, de alguna manera, el anonimato de la gran ciudad.

Este año, el día del catequista nos encuentra ante un acontecimiento de gracia que ya empezamos a gustar. Dentro de dos meses comenzará el Año de la Fe que nuestro Papa Benedicto XVI ha convocado para “iluminar de manera cada vez más clara la alegría y el entusiasmo renovado del encuentro con Cristo…” (Carta Apostólica Porta Fidei, PF 2) 

Será ciertamente un año jubilar. De ahí la invitación que el mismo Papa nos hace a atravesar la “Puerta de la Fe ”. Atravesar esta puerta es un camino que dura toda la vida pero que en este tiempo de gracia todos estamos llamados a renovar. Por esto me nace en este año exhortarlos, como pastor y como hermano, a que se animen a transitar el tiempo presente con la fuerza transformadora de este acontecimiento. 

Todos recordamos la invitación tantas veces repetidas del Beato Juan Pablo II: “Abran las puertas al Redentor”. Dios nos exhorta nuevamente: Abran las puertas al Señor: la puerta del corazón, las puertas de la mente, las puertas de la catequesis, de nuestras comunidades… todas las puertas a la Fe. 

En este abrir la puerta de la fe hay siempre un sí, personal y libre. Un sí que es respuesta a Dios que toma la iniciativa y se acerca al hombre para entablar con él un diálogo, en que el don y el misterio se hacen siempre presentes.

Un sí que la Virgen Madre supo dar en la plenitud de los tiempos, en aquella humilde aldea de Nazareth, para que se empezara a entretejer la alianza nueva y definitiva que Dios tenía preparada, en Jesús, para la humanidad toda.

Siempre nos hace bien volver nuestra mirada a la Virgen. Más a quienes, de una u otra manera, se nos confía la tarea de acompañar la vida de muchos hermanos, y así juntos, poder decirle sí a la invitación de creer.

Pero la catequesis se vería seriamente comprometida si la experiencia de la fe nos dejara encerrados y anclados en nuestro mundo intimista o en las estructuras y espacios que con los años hemos ido creando. Creer en el Señor es atravesar siempre la puerta de la fe que nos hace salir, ponernos en camino, desinstalarnos... No hay que olvidar que la primera iniciación cristiana que se dio en el tiempo y en la historia culminó en misión... que tuvo las características de visitación. Con toda claridad nos dice el relato de Lucas: María se puso en camino con rapidez y llena del Espíritu. 

La experiencia de la Fe nos ubica en Experiencia del Espíritu signada por la capacidad de ponerse en camino... No hay nada más opuesto al Espíritu que instalarse, encerrarse. Cuando no se transita por la puerta de la Fe, la puerta se cierra, la Iglesia se encierra, el corazón se repliega y el miedo y el mal espíritu “avinagran” la Buena Noticia. Cuando el Crisma de la Fe se reseca y se pone rancio el evangelizador ya no contagia sino que ha perdido su fragancia, constituyéndose muchas veces en causa de escándalo y de alejamiento para muchos. 

El que cree es receptor de aquella bienaventuranza que atraviesa todo el Evangelio y que resuena a lo largo de la historia, ya en labios de Isabel: “Feliz de ti por haber creído”, ya dirigida por el mismo Jesús a Tomás: “¡Felices los que creen sin haber visto!”

Es bueno tomar conciencia de que hoy, más que nunca, el acto de creer tiene que trasparentar la alegría de la Fe. Como en aquel gozoso encuentro de María e Isabel, el Catequista debe impregnar toda su persona y su ministerio con la alegría de la Fe. Permítanme que les comparta algo de lo que los Obispos de la Argentina escribimos hace unos meses en un documento en el que bosquejamos algunas orientaciones pastorales comunes para el trienio 2012-2015:

“La alegría es la puerta para el anuncio de la Buena Noticia y también la consecuencia de vivir en la fe. Es la expresión que abre el camino para recibir el amor de Dios que es Padre de todos. Así lo notamos en el Anuncio del ángel a la Virgen María que, antes de decirle lo que en ella va a suceder, la invita a llenarse de alegría. Y es también el mensaje de Jesús para invitar a la confianza y al encuentro con Dios Padre: alégrense. Esta alegría cristiana es un don de Dios que surge naturalmente del encuentro personal con Cristo Resucitado y la fe en él” 

Por eso me animo a exhortarlos con el Apóstol Pablo: Alégrense, alégrense siempre en el Señor… Que la catequesis a la cual sirven con tanto amor esté signada por esa alegría, fruto de la cercanía del Señor Resucitado (“los discípulos se llenaron de alegría cuando vieron al Señor”, Jn. 20,20), que permite también descubrir la bondad de ustedes y la disponibilidad al llamado del Señor…

Y no dejen nunca que el mal espíritu estropee la obra a la cual han sido convocados. Mal espíritu que tiene manifestaciones bien concretas, fáciles de descubrir: el enojo, el mal trato, el encierro, el desprecio, el ninguneo, la rutina, la murmuración, el chismerío…

La Virgen María en la visitación nos enseña otra actitud que debemos imitar y encarnar: la cercanía.

Ella literalmente se puso en camino para acortar distancias. No se quedó en la noticia de que su parienta Isabel estaba embarazada. Supo escuchar con el corazón y por eso conmoverse con ese misterio de vida. La cercanía de María hacia su prima implicó un desinstalarse, no quedarse centrada en ella, sino todo lo contrario. El sí de Nazaret, propio de toda actitud de fe, se transformó en un sí que se correspondió en su actuar… Y la que por obra del Espíritu Santo fue constituida Madre del Hijo, movida por ese mismo Espíritu se transformó en servidora de todos por amor a su Hijo. Una fe fecunda en caridad, capaz de incomodarse para encarnar la pedagogía de Dios que sabe hacer de la cercanía su identidad, su nombre, su misión: “y lo llamará con el nombre de Emanuel”

“El Dios de Jesús se revela como un Dios cercano y amigo del hombre. El estilo de Jesús se distingue por la cercanía cordial. Los cristianos aprendemos ese estilo en el encuentro personal con Jesucristo vivo, encuentro que ha de ser permanente empeño de todo discípulo misionero. Desbordado de gozo por ese encuentro, el discípulo busca acercarse a todos para compartir su alegría. La misión es relación y por eso se despliega a través de la cercanía, de la creación de vínculos personales sostenidos en el tiempo. El amigo de Jesús se hace cercano a todos, sale al encuentro generando relaciones interpersonales que susciten, despierten y enciendan el interés por la verdad. De la amistad con Jesucristo surge un nuevo modo de relación con el prójimo, a quien se ve siempre como hermano. (CEA, Orientaciones pastorales para el trienio 2012-2015)

Cercanía que, me consta, se hace presente muchas veces en los encuentros catequísticos de Ustedes, en la diversas edades en que les toca acompañar los procesos de fe (niños-jóvenes-adultos). Pero siempre se nos puede filtrar el profesionalismo distante, la desubicación de creernos los “maestros que saben”, el cansancio y fatiga que nos baja las defensas y nos endurece el corazón... Recordemos aquello tan hermoso de la 1° Carta de Pablo a los cristianos de Tesalónica: “…fuimos tan condescendientes con ustedes, como una madre que alimenta y cuida a sus hijos. Sentíamos por ustedes tanto afecto, que deseábamos entregarles, no solamente la buena noticia de Dios, sino también nuestra propia vida: tan queridos llegaron a sernos.” (1Tes. 2, 7-8)

Pero además, les pido que, no vean reducido su campo evangelizador a los catequizandos. Ustedes son privilegiados para contagiar la alegría y belleza de la Fe a las familias de ellos. Háganse eco en su pastoral catequística de esta Iglesia de Buenos Aires que quiere vivir en estado de misión.

Miren una y mil veces a la Virgen María. Que ella interceda ante su Hijo para que les inspire el gesto y la palabra oportuna, que les permita hacer de la Catequesis una Buena Noticia para todos, teniendo siempre presente que la “Iglesia crece, no por proselitismo, sino por atracción”.

Soy consciente de las dificultades. Estamos en un momento muy particular de nuestra historia, incluso del país. El reciente Congreso Catequístico Nacional realizado en Morón fue muy realista en señalar las dificultades en la transmisión de la fe en estos tiempos de tantos cambios culturales. Quizás en más de una oportunidad el cansancio los venza, la incertidumbre los confunda e incluso lleguen a pensar que hoy no se puede proponer la fe, sino solamente contentarse con transmitir valores…

Por eso mismo, nuestro Papa Benedicto XVI nos invita a atravesar juntos la puerta de la Fe. Para renovar nuestro creer y en el creer de la Iglesia seguir haciendo lo que ella sabe hacer, en medio de luces y sombras. Tarea que no tiene origen en una estrategia de conservación, sino que es raíz de un mandato del Señor que nos da identidad, pertenencia y sentido. La misión surge de una certeza de la fe. De esa certeza que, en forma de Kerygma, la Iglesia ha venido trasmitiendo a los hombres a lo largo de dos mil años.

Certeza de la fe que convive con mil preguntas del peregrino. Certeza de la fe que no es ideología, moralismo, seguridades existenciales… sino el encuentro vivo e intransferible con una persona, con una acontecimiento, con la presencia viva de Jesús de Nazareth.

Por eso, me animo a exhortarlos: vivan este ministerio con pasión, con entusiasmo. 

La palabra entusiasmo (ενθουσιασμός) tiene su raíz en el griego “en-theos”, es decir: “que lleva un dios adentro.” Este término indica que, cuando nos dejamos llevar por el entusiasmo, una inspiración divina entra en nosotros y se sirve de nuestra persona para manifestarse. El entusiasmo es la experiencia de un “Dios activo dentro de mí” para ser guiado por su fuerza y sabiduría. Implica también la exaltación del ánimo por algo que causa interés, alegría y admiración, provocado por una fuerte motivación interior. Se expresa como apasionamiento, fervor, audacia y empeño. Se opone al desaliento, al desinterés, a la apatía, a la frialdad y a la desilusión.

El “Dios activo dentro” de nosotros es el regalo que nos hizo Jesús en Pentecostés, el Espíritu Santo: “Y yo les enviaré lo que mi Padre les ha prometido. Permanezcan en la ciudad, hasta que sean revestidos con la fuerza que viene de lo alto.” (Lc 24, 49). Se realiza así lo anunciado por los profetas, “les daré un corazón nuevo y pondré en ustedes un espíritu nuevo: les arrancaré de su cuerpo el corazón de piedra y les daré un corazón de carne. Infundiré mi espíritu en ustedes.” (Ez. 36, 26) (CEA, Orientaciones pastorales para el trienio 2012-2015)

El entusiasmo, el fervor al cual nos llama el Señor, bien sabemos que no puede ser el resultado de un movimiento de voluntad o un simple cambio de ánimo. Es gracia... renovación interior, transformación profunda que se fundamenta y apoya en una Presencia, que un día nos llamó a seguirlo y que hoy, una vez más, se hace camino con nosotros, para transformar nuestros miedos en ardor, nuestra tristeza en alegría, nuestros encierros en nuevas visitaciones… 

Al darte gracias de corazón por todo tu camino de catequista, por tu tiempo y tu vida entregada, le pido al Señor que te dé una mente abierta para recrear el diálogo y el encuentro entre quienes Dios te confía y un corazón creyente para seguir gritando que El está vivo y nos ama como nadie. Hay una estampa de María Auxiliadora que dice: “Vos que creíste, ayudame!” Que Ella nos ayude a seguir siendo fieles al llamado del Señor…

No dejes de rezar por mí para que sea un buen catequista. Que Jesús te bendiga y la Virgen Santa te cuide. Afectuosamente

Card. Jorge Mario Bergoglio

Buenos Aires, 21 de Agosto de 2012
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lunes, 20 de agosto de 2012

San Pío X 2º Parte: Encíclicas, Decretos...

Encíclicas sobre Catequesis para niños, Encíclica en defensa del indígena sud americano, decreto en el establecimiento de la edad en que los niños deben recibir los sacramentos de la confesión y la eucaristía.
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Cuento: "Propósito de enmienda"


Una vez leído el cuento, reflexiona: - El puma ¿cuando fue a confesarse, estaba realmente arrepentido de sus pecados?, ¿tenía un verdadero propósito de enmienda?, ¿porque el sacerdote lo mandó nuevamente a meditar sobre sus pecados?. En el tema tratado en el encuentro (Éxodo), el Pueblo de Dios ¿ de que tuvo que arrepentirse? ¿ vos tenés ídolos? ¿ te arrepentís de ello?

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domingo, 19 de agosto de 2012

Evangelio según San Juan 6,51-59


20º Domingo durante el Año

Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá eternamente, y el pan que yo daré es mi carne para la Vida del mundo". Los judíos discutían entre sí, diciendo: "¿Cómo este hombre puede darnos a comer su carne?". Jesús les respondió: "Les aseguro que si no comen la carne del Hijo del hombre y no beben su sangre, no tendrán Vida en ustedes. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene Vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día. Porque mi carne es la verdadera comida y mi sangre, la verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él. Así como yo, que he sido enviado por el Padre que tiene Vida, vivo por el Padre, de la misma manera, el que me come vivirá por mí. Este es el pan bajado del cielo; no como el que comieron sus padres y murieron. El que coma de este pan vivirá eternamente". Jesús enseñaba todo esto en la sinagoga de Cafarnaúm.

Palabra del Señor

Reflexión Evangelio 20º Domingo Ciclo B

viernes, 10 de agosto de 2012

Video - El Dogma de la Asunción de la Virgen María

Descubre el Dogma de la Asunción de la Virgen María.

"Los que creemos en la Asunción de María afirmamos el destino final al que todos estamos llamados... Aquello que creemos y esperamos es ya realidad en María" (Clara Temporelli - María, mujer de Dios y de los pobres - Ed. San Pablo)

Video - El Éxodo - Alianza del Sinaí

Mediante esta animación recuerda lo escuchado en el encuentro y las imágenes del video que se proyecto.
Te proponemos que descubras en los medios de comunicación escrita (diarios y revistas) cuando no se cumplen los Mandamientos de Dios

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El Éxodo - Alianza del Sinaí (PPT)

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jueves, 9 de agosto de 2012

Video - Pan de Vida (Ed. Verbo Divino)

Mira, lee, medita 

  • ¿Reconozco el Pan de Vida?
  • ¿Quienes me dan a mi el "pan"?
  • ¿Para quien soy yo el "pan"?
  • ¿Soy capaz de dar mi tiempo para que otro reciba el "pan"?
  • ¿Que me impide ser voluntario, servidor?

miércoles, 8 de agosto de 2012

Evangelio según san Juan 6, 41-51


19º Domingo durante el año. Ciclo B

Y decían: "¿Acaso este no es Jesús, el hijo de José? Nosotros conocemos a su padre y a su madres. ¿Cómo puede decir ahora: "Yo he bajado del cielo"? 
Jesús tomó la palabra y les dijo: "No murmuren entre ustedes. 
Nadie puede venir a mí, si no lo atrae el Padre que me envió; y yo lo resucitaré en el último día. 
Está escrito en el libro de los Profetas: "Todos serán instruidos por Dios". Todo el que oyó al Padre y recibe su enseñanza, viene a mí. 
Nadie ha visto nunca al Padre, sino el que viene de Dios: sólo él ha visto al Padre. 
Les aseguro que el que cree, tiene Vida eterna. 
Yo soy el pan de Vida. 
Sus padres, en el desierto, comieron el maná y murieron. 
Pero este es el pan que desciende del cielo, para que aquel que lo coma no muera. 
Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá eternamente, y el pan que yo daré es mi carne para la Vida del mundo".   
                                                                                                                           
                                                                                                   Palabra del Señor

Reflexión de Evangelio 19º Domingo Ciclo B - PPT

SAN PÍO X


En el mes de San Pío X,
 conozcamos a nuestro Santo Patrono.

Aquí podrás encontrar su biografía, apostolado, pontificado y canonización

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sábado, 4 de agosto de 2012

Oración: Credo


SÍMBOLO DE NUESTRA FE


Creo en Dios, Padre Todopoderoso,   

Creador del cielo y de la tierra.

Creo en Jesucristo su único Hijo Nuestro Señor,

que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo.
Nació de Santa María Virgen,

padeció bajo el poder de Poncio Pilato,

fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos,

al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos

y está sentado a la derecha de Dios Padre, todopoderoso.
Desde allí va a venir a juzgar a vivos y muertos.

Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia católica,

la comunión de los santos, el perdón de los pecados,

la resurrección de la carne y la vida eterna.

                                                                                         Amén

Evangelio según San Juan 6, 24-35

Evangelio Jn 6, 24-35 

18º Domingo Durante el Año - Ciclo B 

Cuando la multitud se dio cuenta de que Jesús y sus discípulos no estaban allí, subieron a las barcas y fueron a Cafarnaúm en busca de Jesús. 
Al encontrarlo en la otra orilla, le preguntaron: "Maestro, ¿cuándo llegaste?". 
Jesús les respondió: "Les aseguro que ustedes me buscan, no porque vieron signos, sino porque han comido pan hasta saciarse. Trabajen, no por el alimento perecedero, sino por el que permanece hasta la Vida eterna, el que les dará el Hijo del hombre; porque es él a quien Dios, el Padre, marcó con su sello". 
Ellos le preguntaron: "¿Qué debemos hacer para realizar las obras de Dios?". 
Jesús les respondió: "La obra de Dios es que ustedes crean en aquel que él ha enviado". 
Y volvieron a preguntarle: "¿Qué signos haces para que veamos y creamos en ti? ¿Qué obra realizas? 
Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como dice la Escritura: Les dio de comer el pan bajado del cielo". 
Jesús respondió: "Les aseguro que no es Moisés el que les dio el pan del cielo; mi Padre les da el verdadero pan del cielo; porque el pan de Dios es el que desciende del cielo y da Vida al mundo". 
Ellos le dijeron: "Señor, danos siempre de ese pan". 
Jesús les respondió: "Yo soy el pan de Vida. El que viene a mí jamás tendrá hambre; el que cree en mí jamás tendrá sed. 
                                                       
                                   Palabra del Señor