sábado, 27 de abril de 2013

La Iglesia y la iglesia - Juegos: Lectura y Ejercicios aplicativos

      Iglesia e iglesia

Siempre hemos oído hablar de la iglesia pero...
 ¿Sabes lo que es la Iglesia con una I mayúscula muy grande? ¿No?.
 Pues les vamos a contar.
 Es una gran familia formada por todas la personas que creen en Dios nuestro Padre, en Jesús y que están bautizados.
Esta gran familia rezan, se ayudan los unos a los otros, se quieren... y todos la conocemos como la familia de los cristianos.
¿Y sabes que significa la iglesia con una i en minúscula? 
Pues es la casa en la que se reúnen los cristianos  a rezar, a hablar de Dios Padre, de Jesús, a cantar, a celebrar los sacramentos...
La iglesia es una casa muy grande donde todos caben.
 A Dios Padre y a Jesús les da  mucha alegría que la familia de los amigos de Jesús, la Iglesia, vayamos y nos reunamos en su casa, la iglesia, para hablar de ellos y hacer cosas juntos. 
Ahora vamos a hacer estos ejercicios tan divertidos sobre la Iglesia y la iglesia para aprender muy bien la diferencia   

miércoles, 24 de abril de 2013

Vídeos Reflexión: Evangelio 5º Domingo de Tiempo Pascual - Ciclo C - (Monjes de Sant Benet de Monserrat - Ed. Verbo Divino)




REFLEXIÓN
Jesús nos transmite el mensaje que Dios tiene para toda la humanidad: Que nos amemos los unos a los otros como Él nos ha amado. Y como para que no queden dudas de lo que espera de nosotros, agrega que por la manera en que nos amemos, seremos reconocidos como  sus discípulos.
Dar "nuestra vida por los demás" no significa necesariamente, morir por ellos sino, preocuparnos por quienes nos rodean, buscando siempre su bien.
Cuando vivimos amando, se nota en que somos mas serviciales, mas amables, mas atentos y obedecemos a quienes buscan nuestro bien, ayudamos al que nos necesita, incluso compartimos lo que mas nos cuesta compartir; somos mas tolerantes, no hablamos mal de nadie. Todo esto significa ser un buen discípulo de Jesús.
Si hoy llegara a esta ciudad un visitante extranjero y le pidieran que descubra a los discípulos de Jesús por su manera de amarse, ¿ me reconocería a mi, a mi familia y a mis amigos como buenos cristianos? 
Adaptado de www.churchuforum.org/evangelios/

martes, 23 de abril de 2013

Evangelio según San Juan 13, 31-33a. 34-35

5º Domingo
de Tiempo de Pascua - Ciclo C
28/4/13
Jn 13, 31-33a. 34-35

Jn 13, 31-33a. 34-35
Después que Judas salió, Jesús dijo: "Ahora el Hijo del hombre ha sido glorificado y Dios ha sido glorificado en él. Si Dios ha sido glorificado en él, también lo glorificará en sí mismo, y lo hará muy pronto. 
Hijos míos, ya no estaré mucho tiempo con ustedes.  Les doy un mandamiento nuevo: ámense los unos a los otros. 
Así como yo los he amado, ámense también ustedes los unos a los otros. En esto todos reconocerán que ustedes son mis discípulos: en el amor que se tengan los unos a los otros". 
Palabra del Señor

miércoles, 17 de abril de 2013

Juego Rompecabezas: El Buen Pastor

martes, 16 de abril de 2013

Vídeos Reflexión: Evangelio 4º Domingo de Tiempo Pascual - Ciclo C - (Monjas de Sant Benet de Monserrat - Youtube)

------Gifs Animados - Imagenes Animadas


Reflexion
En la lección bíblica de hoy, un grupo de personas se arremolinaron alrededor de Jesús. Le preguntaron si debían creer que él era el Mesías. Jesús les dijo que aquellos que creyeran en él tendrían vida eterna y que nunca morirían, ya que nadie les puede arrebatar de su mano. ¿Quién desearía arrebatarle o quitarle a Dios sus hijos de Dios de su mano? Así es, ¡Satanás! Es como si hubiese una guerra de sogas entre Jesús y Satanás.
La Biblia nos dice que el diablo está rondando como un león rugiente, buscando a quien devorar (1 Pedro 5:8). Él desea destruirnos, pero si ponemos nuestra fe y confianza en Dios, él nos cuidará y nos mantendrá seguros en la palma de su mano. Jesús dijo: “Dios es más grande que todos; y de la mano del Padre nadie las puede arrebatar. El Padre y yo, uno somos.”
¿No es fantástico el saber que estamos seguros cuando ponemos nuestra vida en las manos de Dios? 
Oramos
Amado Padre, ponemos nuestras vidas en tus manos. Sosténnos y protégenos del maligno. En el nombre de Jesús, amén.

Evangelio según San Juan 10, 27-30

4º Domingo 
de Tiempo de Pascua - Ciclo C
21/04/13
Jn 10, 27-30
LooGix
Jn 10, 27-30
En aquel tiempo, Jesús dijo: "Mis ovejas escuchan mi voz, yo las conozco y ellas me siguen.
Yo les doy Vida eterna: ellas no perecerán jamás y nadie las arrebatará de mis manos.
Mi Padre, que me las ha dado, es superior a todos y nadie puede arrebatar nada de las manos de mi Padre.
El Padre y yo somos una sola cosa".
                                                                                   Palabra del Señor
------Gifs Animados - Imagenes Animadas--

sábado, 13 de abril de 2013

Video: La Creación

Dios en nuestro Padre Creador


En la Biblia , en el Antiguo Testamento, en el libro del Génesis, 
Capítulos: 1, 1 al 31 y 2, 1 al 3 encontraras el relato de La Creación. 
Si no tienes la Biblia, en el blogger encontraras un enlace en la pestaña izquierda que dice "La Biblia Católica", entra al lugar y encontraras una Biblia Online, es una pagina católica segura.

jueves, 11 de abril de 2013

Juego: Puzzle Deslizante "Simón Pedro apacienta mis ovejas"

Juego: Rompecabezas Jesús Resucitado espera a sus discípulos junto al mar de Galilea

Vídeo Reflexion: Evangelio 3º Domingo de Tiempo Pascual - Ciclo C - (Monjas de Sant Benet de Monserrat)

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Reflexion:
El Resucitado nos enseña a lanzarnos a la pesca de cada día, sin miedo, sin agobios, con mirada esperanzada. La sombra del Resucitado cubre las aguas de la vida, nos estimula y orienta en cada momento.
Algunas veces puede que nuestros ojos no vean los peces, la redada, los frutos de la Resurrección. El tiempo de Pascua nos invita a tener una mirada nueva y atenta a la acción del Señor.
Es tiempo de lanzarse con los discípulos, con Pedro… para alcanzar al Resucitado.

(Kamiano blogs.21rs.es/kamiano)


...LA FE, EL AMOR Y LA MISIÓN
... El núcleo del evangelio que hoy se proclama se centra en el diálogo de Jesús con Simón Pedro.
• “Simón, hijo de Juan, ¿me amas?” Llama la atención que Jesús se dirija a Pedro con su nombre original. Es como si al traicionar a Jesús hubiera perdido el nombre de Pedro que Jesús le había impuesto. Quien dejó de afirmarse en Jesús parecía perder su condición de “roca” en la que habrían de afirmarse los demás.
• “Sí, Señor, tú sabes que te amo”.  En otro tiempo, ante la pregunta de Jesús, Simón Pedro había respondido en nombre de los discípulos, dando cuenta de su fe en el Maestro. Ahora se trata de descubrir que la fe exige la fidelidad del amor. Un amor que nunca puede darse por sabido. Un amor que siempre hay que declarar, como se profesa la fe.
• “Apacienta mis corderos… Pastorea mis ovejas”. Simón Pedro no deberá olvidar que Jesús es el único y el verdadero Pastor del rebaño. Apacentar las ovejas y los corderos es un elemento esencial en la misión del apóstol. Pero es una misión confiada. Es una responsabilidad. Las ovejas y los corderos son del Señor.
EL SEGUIMIENTO
Son siete los discípulos que se vuelven al lago de Galilea. Ese es el lugar en el que se desarrolla la escena del encuentro con Jesús. Un escenario bien conocido por Simón. Allí pescaba en otros tiempos. Y allí decide regresar, como si para nada contase el tiempo vivido junto a Jesús.  Como si hubiera olvidado la llamada y la misión.
• “Sígueme”.  En el evangelio son tan importantes las palabras como los gestos. Jesús camina por la orilla del lago, como en otro tiempo. Invita a los muchachos a echar de nuevo las redes, como en otro tiempo. Toma en sus manos el pan y el pescado y se lo da, como en otro tiempo. Jesús repite los signos y la palabra de otro tiempo
• “Sígueme”.  Con esa invitación había llamado a los discípulos. Esa palabra se había convertido en la clave del discipulado. Y ahora Jesús la dirige a los que parecen haber olvidado la llamada. Por encima de la crisis permanece la fidelidad del Señor. Y, a pesar de la crisis, se espera la fidelidad del discípulo.
• “Sígueme”. Esa es la palabra que Jesús resucitado dirige hoy a su Iglesia, para que abandone todo lo que la ata y encuentre el camino de la libertad. Y esa es la palabra que dirige a cada uno de los cristianos. A los que se consideran fieles a la llamada primera y a los que, alguna vez, se han escandalizado, han titubeado y han pensado abandonar el camino de la fe.
http://somos.vicencianos.org(José Ramón Flecha)

Evangelio según San Juan 21, 1-19

3º Domingo 
de Tiempo de Pascua - Ciclo C
14/04/13
Jn 21, 1-19  
Jn 21, 1-19  
Jesús se apareció otra vez a los discípulos a orillas del mar de Tiberíades. Sucedió así: estaban junto Simón Pedro, Tomás, llamado el Mellizo, Natanael, el de Caná de Galilea, los hijos de Zebedeo y otros dos discípulos. 
Simón Pedro les dijo: "Voy a pescar". Ellos le respondieron: "Vamos también nosotros". Salieron y subieron a la barca. Pero esa noche no pescaron nada. 
Al amanecer, Jesús estaba en la orilla, aunque los discípulos no sabían que era él. 
Jesús les dijo: "Muchachos, ¿tienen algo para comer?". Ellos respondieron: "No". 
El les dijo: "Tiren la red a la derecha de la barca y encontrarán". Ellos la tiraron y se llenó tanto de peces que no podían arrastrarla. 
El discípulo al que Jesús amaba dio a Pedro: "¡Es el Señor!". Cuando Simón Pedro oyó que era el Señor, se ciñó la túnica, que era lo único que llevaba puesto, y se tiró al agua. 
Los otros discípulos fueron en la barca, arrastrando la red con los peces, porque estaban sólo a unos cien metros de la orilla. 
Al bajar a tierra vieron que había fuego preparado, un pescado sobre las brasas y pan. 
Jesús les dijo: "Traigan algunos de los pescados que acaban de sacar". 
Simón Pedro subió a al barca y sacó la red a tierra, llena de peces grandes: eran ciento cincuenta y tres y, a pesar de ser tantos, la red no se rompió. 
Jesús les dijo: "Vengan a comer". Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: "¿Quién eres", porque sabían que era el Señor. 
Jesús se acercó, tomó el pan y se lo dio, e hizo lo mismo con el pescado. 
Esta fue la tercera vez que Jesús resucitado se apareció a sus discípulos.
Después de comer, Jesús dijo a Simón Pedro: "Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos?". El le respondió: "Sí, Señor, tú sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Apacienta mis corderos". 
Le volvió a decir por segunda vez: "Simón, hijo de Juan, ¿me amas?". El le respondió: "Sí, Señor, saber que te quiero". Jesús le dijo: "Apacienta mis ovejas". 
Le preguntó por tercera vez: "Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?". Pedro se entristeció de que por tercera vez le preguntara si lo quería, y le dijo: "Señor, tú lo sabes todo; sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Apacienta mis ovejas. 
Te aseguro que cuando eras joven tú mismo te vestías e ibas a donde querías. Pero cuando seas viejo, extenderás tus brazos, y otro te atará y te llevará a donde no quieras". 
De esta manera, indicaba con qué muerte Pedro debía glorificar a Dios. Y después de hablar así, le dijo: "Sígueme".  
                                                                                                                Palabra del Señor       
Lugar donde comieron - Primado de Pedro

jueves, 4 de abril de 2013

Vídeo Canción: Dios esta aqui

Escuchemos atentamente esta canción y compartamos el amor que Dios 
es capaz de derramar sobre nosotros
'Dios esta aqui' 

Dios, esta aquí 
tan cierto como el aire que respiro 
tan cierto como en la mañana se levanta el sol 
tan cierto que cuando le hablo, el me puede oír. 

Le puedes sentir 
a tu lado en este mismo instante
Le puedes sentir 
muy dentro de tu corazón
Le puedes sentir 
en ese problema que tienes

Jesús está aquí

y si tu quieres le puedes sentir
Santo, Santo, Santo,
mi corazón te adora,
mi corazón que sabe decir
Santo eres Tú.

Le puedes sentir 

a tu lado en este mismo instante
lo puedo sentir
muy dentro de tu corazón
lo puedo sentir
en ese problema que tienes

Jesús está aquí

y si tu quieres le puedes sentir 

Juego: Rompecabeza


MI PAZ ESTÉ CON VOSOTROS 

Haz click en la imagen para realizar un puzzle de 20 piezas

2º Domingo de Pascua: Fiesta de la Divina Misericordia

Bendicion de Jesus Misericordioso
JESÚS EN VOS CONFÍO

Una vez, hace mucho tiempo, Jesús se apareció a una monjita, que se llamaba “Faustina”, que vivía en un país que se llama “Polonia”, y le dijo que pintara un cuadro, así como ella lo estaba viendo, y que pusiera abajo: “Jesús en Vos confío”.
En esta aparición, Jesús estaba de pie, resucitado, vestido con una túnica blanca, y en sus manos y en sus pies se veían las huellas de la Pasión, aunque ya no le salía sangre. Tenía la mano izquierda señalando su corazón, y la mano derecha levantada, en señal de bendición. De su corazón salían dos grandes rayos de luz, uno de color rojo, y otro de color blanco. El rojo, le dijo Jesús a Sor Faustina, significaba su sangre, y el blanco, significaba la gracia que el alma recibe con los sacramentos.
Jesús le dijo que Él, así como estaba en el cuadro, se llamaba “Jesús de la Divina Misericordia”, y quería que Sor Faustina hiciera pintar un cuadro, y que se celebrara una misa en su honor, el primer domingo después de resurrección.
Por eso es que toda la Iglesia festeja, este domingo, la Fiestade la Divina Misericordia, pero para saber bien qué quiere decir la fiesta de la Divina Misericordia, debemos regresar al Viernes Santo: Jesús está en la cruz, con su Cuerpo Santo clavado en la cruz, suspendido por tres clavos de hierro, todo golpeado, flagelado, escupido, cubierto de sangre y de polvo.
La Virgen María está al pie de la cruz, es la Única que lo acompaña en su agonía. Jesús, antes de morir, tiene que escuchar los insultos que le dirigen a Él, pero sobre todo, los que le dirigen a su Madre, lo cual lo hace sufrir todavía.
Después de muerto, un soldado romano, para asegurarse de que esté muerto, le clava un lanzazo en el pecho, y de su pecho sale sangre y agua, que significan la Eucaristía y la gracia del bautismo.
Pero además, junto con la sangre y el agua, sale del Corazón de Jesús, invisible pero real, el Espíritu Santo, como una dulce paloma blanca, trayendo para los hombres el Amor de Dios.
Esto nos hace ver cómo es Dios: infinitamente bueno. Nosotros, los hombres, con nuestros pecados, con nuestros pensamientos y nuestras obras malas, golpeamos a Dios Hijo, lo escupimos, lo flagelamos, le pusimos una corona de espinas, le pusimos en la mano una caña, y en sus espaldas heridas un manto, para burlarnos de Él, lo subimos a una cruz, lo clavamos con tres gruesos clavos de hierro, nos pidió agua para su sed y le dimos vinagre y hiel, lo dejamos solo, y cuando ya estaba muerto, le clavamos una lanza en su costado. Y a pesar de todas estas maldades, Dios no nos respondió con enojo, con cólera, cuando muy bien podría haber usado su poder divino para castigarnos: Dios nos respondió con Amor, porque junto con la sangre y el agua que brotaron de su Corazón traspasado, salió el Espíritu Santo, invisible, como una paloma blanca, para que nos inundara a todos con el Amor divino. Así es Dios Trinidad: a nuestras maldades, responde con Amor, perdonándonos y derramando sobre nosotros todo su Amor, el Espíritu Santo.
A través del Corazón abierto de Jesús, Dios derrama su Misericordia, y Misericordia quiere decir: “Amor de compasión por las miserias de los hombres”. Dios tiene compasión de nuestras miserias; su Corazón de Dios se compadece y nos perdona, y además de perdonarnos, se nos dona Él mismo, todo entero, porque Él es el Amor en Persona.
Cuando el Corazón de Jesús fue traspasado por la lanza de hierro del soldado romano, se derramó sobre el mundo el Espíritu Santo, que salió con su Sangre, igual que cuando un dique que contiene mucho agua se rompe, y deja escapar toda el agua, inundando todo el valle. El Amor de Dios, su Misericordia, inundó todas las almas, cuando su Corazón fue traspasado en la cruz, y como su Misericordia es infinita, no deja de salir Amor del Corazón de Jesús: está permanentemente saliendo Amor y Misericordia.
Adoremos a Jesús en la cruz, adoremos a Él, que es Misericordia pura, infinita, que se derrama desde su Corazón para toda la humanidad, y le prometamos que vamos a imitarlo en su misericordia, tratando de ser también nosotros bondadosos, compasivos y misericordiosos, con todos nuestros prójimos, así como Él es bondadoso, compasivo y misericordioso con nosotros.
Si hacemos así, la imagen de Jesús Misericordioso se va a pintar, no en un papel, sino en nuestro corazón, y va a quedar ahí para siempre.

(Blogger: Agnus Dei)

(Imagen: Las Melli)

Vídeos Reflexión: Evangelio 2º Domingo de Tiempo de Pascua - Ciclo C - (Ed. Verbo Divino - Gloria TV)


Reflexión
El Señor Resucitado hace que no tengamos miedo y que vivamos con alegría nuestro ser cristianos, testigos suyos en medio del mundo. “Recibid el Espíritu Santo”. Recibid el Espíritu para volar, para soñar, para transformar, para colorear la vida y enseñar a mirar con los ojos del Resucitado. Una Iglesia alegre, alentada por el aire del Espíritu, que nos zamarrea, nos lleva de acá para allá, no nos deja estáticos, sino en un dinamismo continuo. Una Iglesia que es familia, de los que comparten la fe en el Resucitado. Una Iglesia que no se queda en los criterios del mundo, de la tierra, sino que es Iglesia que se “eleva” sobre los intereses y las limitaciones humanas. Al mismo tiempo es una Iglesia encarnada y solidaria con los que más sufren, pero llevada por las alas del Espíritu.
¿Los invitamos a participar de este modo en la Iglesia?
¿Quién toma el “globo” del Espíritu?
                                                                                                          (Blogger: 21 Kamiano)

Evangelio según San Juan 20, 19-31

2º Domingo de la Misericordia
de Tiempo de Pascua - Ciclo C
07/04/13
Jn 20, 19-31
el-aliento-del-Espiritu
Jn 20, 19-31
Al atardecer de ese mismo día, el primero de la semana, estando cerradas las puertas del lugar donde se encontraban los discípulos, por temor a los judíos, llegó Jesús y poniéndose en medio de ellos, les dijo: "¡La paz esté con ustedes!". 
Mientras decía esto, les mostró sus manos y su costado. Los discípulos se llenaron de alegría cuando vieron al Señor. 
Jesús les dijo de nuevo: "¡La paz esté con ustedes! Como el Padre me envió a mí, yo también los envío a ustedes" 
Al decirles esto, sopló sobre ellos y añadió "Reciban al Espíritu Santo. Los pecados serán perdonados a los que ustedes se los perdonen, y serán retenidos a los que ustedes se los retengan". 
Tomás, uno de los Doce, de sobrenombre el Mellizo, no estaba con ellos cuando llegó Jesús. 
Los otros discípulos le dijeron: "¡Hemos visto al Señor!". El les respondió: "Si no veo la marca de los clavos en sus manos, si no pongo el dedo en el lugar de los clavos y la mano en su costado, no lo creeré". 
Ocho días más tarde, estaban de nuevo los discípulos reunidos en la casa, y estaba con ellos Tomás. Entonces apareció Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio de ellos y les dijo: "¡La paz esté con ustedes!". 
Luego dijo a Tomás: "Trae aquí tu dedo: aquí están mis manos. Acerca tu mano: Métela en mi costado. En adelante no seas incrédulo, sino hombre de fe". 
Tomas respondió: "¡Señor mío y Dios mío!. 
Jesús le dijo: "Ahora crees, porque me has visto. ¡Felices los que creen sin haber visto!". 
Jesús realizó además muchos otros signos en presencia de sus discípulos, que no se encuentran relatados en este Libro. 
Estos han sido escritos para que ustedes crean que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y creyendo, tengan Vida en su Nombre. 
                                                                                             Palabra del Señor
Santo Tomás Apóstol, mete el dedo en la llaga