Jesús nos transmite el mensaje que Dios tiene para toda la humanidad: Que nos amemos los unos a los otros como Él nos ha amado. Y como para que no queden dudas de lo que espera de nosotros, agrega que por la manera en que nos amemos, seremos reconocidos como sus discípulos.
Dar "nuestra vida por los demás" no significa necesariamente, morir por ellos sino, preocuparnos por quienes nos rodean, buscando siempre su bien.
Cuando vivimos amando, se nota en que somos mas serviciales, mas amables, mas atentos y obedecemos a quienes buscan nuestro bien, ayudamos al que nos necesita, incluso compartimos lo que mas nos cuesta compartir; somos mas tolerantes, no hablamos mal de nadie. Todo esto significa ser un buen discípulo de Jesús.
Si hoy llegara a esta ciudad un visitante extranjero y le pidieran que descubra a los discípulos de Jesús por su manera de amarse, ¿ me reconocería a mi, a mi familia y a mis amigos como buenos cristianos?
Adaptado de www.churchuforum.org/evangelios/
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