martes, 29 de abril de 2014

Libro: Me Gusta la Gente - Juego de observación

Libro: Me Gusta la Gente

Un libro que invita a reflexionar sobre las diferencias y la igualdad, sobre el hecho de ser ciudadano de un mundo tan diverso y lleno de gente diferente pero igual en derechos.

GUS, el personaje protagonista,
¡LE ENCANTA EL MUNDO EN EL QUE VIVIMOS!:
para él, ¡ESTÁ LLENO DE COSAS MARAVILLOSAS!

29 de Abril Día del Animal

Juego Crucigrama: Loa discípulos de Emaús

Juego Sopa de Letras: Los discípulos de Emaús

Vídeos Reflexión: IIIº Domingo de Tiempo de Pascua - Ciclo A - (Ed. Verbo Divino - Youtube)


lunes, 28 de abril de 2014

Evangelio según San Lucas 24,13-36

3º Domingo 
de Tiempo de Pascua - Ciclo A
4/05/14
Lc 24, 13-36
El primer día de la semana, dos de los discípulos iban a un pequeño pueblo llamado Emaús, situado a unos diez kilómetros de Jerusalén.
En el camino hablaban sobre lo que había ocurrido.
Mientras conversaban y discutían, el mismo Jesús se acercó y siguió caminando con ellos.
Pero algo impedía que sus ojos lo reconocieran.
El les dijo: "¿Qué comentaban por el camino?". Ellos se detuvieron, con el semblante triste,
y uno de ellos, llamado Cleofás, le respondió: "¡Tú eres el único forastero en Jerusalén que ignora lo que pasó en estos días!".
"¿Qué cosa?", les preguntó. Ellos respondieron: "Lo referente a Jesús, el Nazareno, que fue un profeta poderoso en obras y en palabras delante de Dios y de todo el pueblo,
y cómo nuestros sumos sacerdotes y nuestros jefes lo entregaron para ser condenado a muerte y lo crucificaron.
Nosotros esperábamos que fuera él quien librara a Israel. Pero a todo esto ya van tres días que sucedieron estas cosas.
Es verdad que algunas mujeres que están con nosotros nos han desconcertado: ellas fueron de madrugada al sepulcro y al no hallar el cuerpo de Jesús, volvieron diciendo que se les había aparecido unos ángeles, asegurándoles que él está vivo.
Algunos de los nuestros fueron al sepulcro y encontraron todo como las mujeres habían dicho. Pero a él no lo vieron".
Jesús les dijo: "¡Hombres duros de entendimiento, cómo les cuesta creer todo lo que anunciaron los profetas!
¿No será necesario que el Mesías soportara esos sufrimientos para entrar en su gloria?"
Y comenzando por Moisés y continuando en todas las Escrituras lo que se refería a él.
Cuando llegaron cerca del pueblo adonde iban, Jesús hizo ademán de seguir adelante.
Pero ellos le insistieron: "Quédate con nosotros, porque ya es tarde y el día se acaba". El entró y se quedó con ellos.
Y estando a la mesa, tomó el pan y pronunció la bendición; luego lo partió y se lo dio.
Entonces los ojos de los discípulos se abrieron y lo reconocieron, pero él había desaparecido de su vista.
Y se decían: "¿No ardía acaso nuestro corazón, mientras nos hablaba en el camino y nos explicaba las Escrituras?".
En ese mismo momento, se pusieron en camino y regresaron a Jerusalén. Allí encontraron reunidos a los Once y a los demás que estaban con ellos, y estos les dijeron: "Es verdad, ¡el Señor ha resucitado y se apareció a Simón!".
Ellos, por su parte, contaron lo que les había pasado en el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan.
Palabra del Señor
Reflexión

Quédate con nosotros

Algunos nos salen al encuentro en los momentos de dolor y de dificultad. El desaliento también nos golpea ante situaciones de enfermedad, de pérdida o de desánimo. Sentimos el golpe del Viernes Santo y nos cuesta recuperarnos.
Hay alguien que nos sale al encuentro. Y da un vuelvo nuestro corazón. Parece que ardemos de emoción, de alegría, de entender lo que nos estaba velado. Es el Resucitado, que nos sale al paso. Quizá queramos continuar en nuestras dudas, nuestro duelo, nuestras penas. Pero Él no nos deja. Con la explicación de las Escrituras y al partir el Pan nos muestra que seguirle, “comulgar” con su Palabra y su Pan es lo mejor que nos puede pasar.
Quizá nuestros corazones fríos no quieran revestirse de Primavera. El Resucitado en persona nos sale al encuentro. Solo podremos decirle: “Quédate con nosotros, porque atardece y la noche se echa encima”.
Dibu: Patxi Velasco Fano      Texto: Fernando Cordero ss.cc.      Fuente:  http://blogs.21rs.es/kamiano

miércoles, 23 de abril de 2014

Día del Libro y San Jorge

No pierdas la aventura de leer
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23 de Abril San Jorge


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martes, 22 de abril de 2014

IIº Domingo de Pascua: Fiesta de la Divina Misericordia - Canonización de Juan XXIII y Juan Pablo II (Video: Youtube)

esta santa faustina y de fondo una catarata animada




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Juego Sopa de Letras: Tomás. Ver para creer


¡¡¡Juguemos!!!

Vídeos Reflexión: Evangelio IIº Domingo de Tiempo de Pascua - Ciclo A - (Ed. Verbo Divino - Youtube)





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Evangelio según San Juan 20, 19-31

2º Domingo de la Misericordia
de Tiempo de Pascua - Ciclo A
27/04/14
Jn 20, 19-31
Al atardecer de ese mismo día, el primero de la semana, estando cerradas las puertas del lugar donde se encontraban los discípulos, por temor a los judíos, llegó Jesús y poniéndose en medio de ellos, les dijo: "¡La paz esté con ustedes!". 
Mientras decía esto, les mostró sus manos y su costado. Los discípulos se llenaron de alegría cuando vieron al Señor. 
Jesús les dijo de nuevo: "¡La paz esté con ustedes! Como el Padre me envió a mí, yo también los envío a ustedes" 
Al decirles esto, sopló sobre ellos y añadió "Reciban al Espíritu Santo. Los pecados serán perdonados a los que ustedes se los perdonen, y serán retenidos a los que ustedes se los retengan". 
Tomás, uno de los Doce, de sobrenombre el Mellizo, no estaba con ellos cuando llegó Jesús. 
Los otros discípulos le dijeron: "¡Hemos visto al Señor!". El les respondió: "Si no veo la marca de los clavos en sus manos, si no pongo el dedo en el lugar de los clavos y la mano en su costado, no lo creeré". 
Ocho días más tarde, estaban de nuevo los discípulos reunidos en la casa, y estaba con ellos Tomás. Entonces apareció Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio de ellos y les dijo: "¡La paz esté con ustedes!". 
Luego dijo a Tomás: "Trae aquí tu dedo: aquí están mis manos. Acerca tu mano: Métela en mi costado. En adelante no seas incrédulo, sino hombre de fe". 
Tomas respondió: "¡Señor mío y Dios mío!. 
Jesús le dijo: "Ahora crees, porque me has visto. ¡Felices los que creen sin haber visto!". 
Jesús realizó además muchos otros signos en presencia de sus discípulos, que no se encuentran relatados en este Libro. 
Estos han sido escritos para que ustedes crean que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y creyendo, tengan Vida en su Nombre. 
                                                                                             Palabra del Señor
Reflexión
No sé si recordaréis aquel canto que se hizo tan conocido hace unos años: “Tus manos son palomas de la paz…”. Hacer de nuestras manos, de nuestra vida un canto a la paz, tan gravemente amenazada de nuevo últimamente. La Resurrección de Jesús nos trae precisamente ese don. Cuidémoslo, en lo pequeño y en lo grande. Es un regalo del que venció a la muerte.
Sintámonos con el don de la paz enviados a anunciar la Resurrección de Cristo. Anunciar con la vida, con una vida nueva, “resucitada”. Y si el “Tomás” que cada uno llevamos dentro nos bloquea, acerquémonos un rato al sagrario, a hablar con Jesús, a tener experiencia, encuentro con Él.
Y oremos por la paz.
Dibu: Patxi Velasco Fano      Texto: Fernando Cordero ss.cc.       Fuente:http://blogs.21rs.es/kamiano
el-aliento-del-Espiritu

Día de la Tierra - Juego Puzzle


miércoles, 9 de abril de 2014

Juego Puzzle: Domingo de Ramos

Gira y coloca las 20 piezas: Arma la imágen

Vídeos Reflexión: Semana Santa "Domingo de Ramos" - Ciclo A - (Youtube - Ed. Verbo Divino) -


Evangelio según San Mateo 27,1-2.11-54 - Domingo de Ramos

Domingo de Ramos en la Pasión del Señor
Semana Santa - Ciclo A -
13/4/14
Mt 27,1-2.11-54 (Texto Breve)
Cuando amaneció, todos los sumos sacerdotes y ancianos del pueblo deliberaron sobre la manera de hacer ejecutar a Jesús.
Después de haberlo atado, lo llevaron ante Pilato, el gobernador, y se lo entregaron.
Jesús compareció ante el gobernador, y este le preguntó: "¿Tú eres el rey de los judíos?". El respondió: "Tú lo dices".
Al ser acusado por los sumos sacerdotes y los ancianos, no respondió nada.
Pilato le dijo: "¿No oyes todo lo que declaran contra ti?".
Jesús no respondió a ninguna de sus preguntas, y esto dejó muy admirado al gobernador.
En cada Fiesta, el gobernador acostumbraba a poner en libertad a un preso, a elección del pueblo.
Había entonces uno famoso, llamado Barrabás.
Pilato preguntó al pueblo que estaba reunido: "¿A quién quieren que ponga en libertad, a Barrabás o a Jesús, llamado el Mesías?".
El sabía bien que lo habían entregado por envidia.
Mientras estaba sentado en el tribunal, su mujer le mandó decir: "No te mezcles en el asunto de ese justo, porque hoy, por su causa, tuve un sueño que me hizo sufrir mucho".
Mientras tanto, los sumos sacerdotes y los ancianos convencieron a la multitud que pidiera la libertad de Barrabás y la muerte de Jesús.
Tomando de nuevo la palabra, el gobernador les preguntó: "¿A cuál de los dos quieren que ponga en libertad?". Ellos respondieron: "A Barrabás".
Pilato continuó: "¿Y qué haré con Jesús, llamado el Mesías?". Todos respondieron: "¡Que sea crucificado!".
El insistió: "¿Qué mal ha hecho?". Pero ellos gritaban cada vez más fuerte: "¡Que sea crucificado!".
Al ver que no se llegaba a nada, sino que aumentaba el tumulto, Pilato hizo traer agua y se lavó las manos delante de la multitud, diciendo: "Yo soy inocente de esta sangre. Es asunto de ustedes".
Y todo el pueblo respondió: "Que su sangre caiga sobre nosotros y sobre nuestros hijos".
Entonces, Pilato puso en libertad a Barrabás; y a Jesús, después de haberlo hecho azotar, lo entregó para que fuera crucificado.
Los soldados del gobernador llevaron a Jesús al pretorio y reunieron a toda la guardia alrededor de él.
Entonces lo desvistieron y le pusieron un manto rojo.
Luego tejieron una corona de espinas y la colocaron sobre su cabeza, pusieron una caña en su mano derecha y, doblando la rodilla delante de él, se burlaban, diciendo: "Salud, rey de los judíos".
Y escupiéndolo, le quitaron la caña y con ella le golpeaban la cabeza.
Después de haberse burlado de él, le quitaron el manto, le pusieron de nuevo sus vestiduras y lo llevaron a crucificar.
Al salir, se encontraron con un hombre de Cirene, llamado Simón, y lo bligaron a llevar la cruz.
Cuando llegaron al lugar llamado Gólgota, que significa "lugar del Cráneo", le dieron de beber vino con hiel. El lo probó, pero no quiso tomarlo.
Después de crucificarlo, los soldados sortearon sus vestiduras y se las repartieron; y sentándose allí, se quedaron para custodiarlo.
Colocaron sobre su cabeza una inscripción con el motivo de su condena: "Este es Jesús, el rey de los judíos".
Al mismo tiempo, fueron crucificados con él dos ladrones, uno a su derecha y el otro a su izquierda.
Los que pasaban, lo insultaban y, moviendo la cabeza, decían: "Tú, que destruyes el Templo y en tres días lo vuelves a edificar, ¡sálvate a ti mismo, si eres Hijo de Dios, y baja de la cruz!".
De la misma manera, los sumos sacerdotes, junto con los escribas y los 
ancianos, se burlaban, diciendo:
"¡Ha salvado a otros y no puede salvarse a sí mismo! Es rey de Israel: que baje ahora de la cruz y creeremos en él.
Ha confiado en Dios; que él lo libre ahora si lo ama, ya que él dijo: "Yo soy Hijo de Dios".
También lo insultaban los ladrones crucificados con él.
Desde el mediodía hasta las tres de la tarde, las tinieblas cubrieron toda la región.
Hacia las tres de la tarde, Jesús exclamó en alta voz: "Elí, Elí, lemá sabactani", que significa: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?".
Algunos de los que se encontraban allí, al oírlo, dijeron: "Está llamando a Elías".
En seguida, uno de ellos corrió a tomar una esponja, la empapó en vinagre y, poniéndola en la punta de una caña, le dio de beber.
Pero los otros le decían: "Espera, veamos si Elías viene a salvarlo".
Entonces Jesús, clamando otra vez con voz potente, entregó su espíritu.
Inmediatamente, el velo del Templo se rasgó en dos, de arriba abajo, la tierra tembló, las rocas se partieron y las tumbas se abrieron. Muchos cuerpos de santos que habían muerto resucitaron y, saliendo de las tumbas después que Jesús resucitó, entraron en la Ciudad santa y se aparecieron a mucha gente.
El centurión y los hombres que custodiaban a Jesús, al ver el terremoto y todo lo que pasaba, se llenaron de miedo y dijeron: "¡Verdaderamente, este era el Hijo de Dios!".
Palabra del Señor
Reflexión  
La Cruz no es poesía ni caramelo. Es culmen de sufrimiento y de entrega. Solo así el misterio de tu amor se hace comprensible transfusión para un mundo enfermo y anémico. Anémico de amor, de perdón, de tanta entrega como la tuya, Jesús.
Tu Cruz, percha del dolor, es también transfusión de esperanza y de luz. Vivamos esta Semana Santa enganchados a Ti.
 Dibu: Patxi Velasco Fano     Texto: Fernando Cordero ss.cc.     Fuente: http://blogs.21rs.es/kamiano