lunes, 27 de julio de 2015

Evangelio según San Juan 6, 24-35 - "Pan de Vida: creer en el Hijo de Dios" -

18º Domingo 
de Tiempo Ordinario - Ciclo B
"Pan de Vida: creer en el Hijo de Dios"
2/08/15
Jn 6, 24-35
Cuando la multitud se dio cuenta de que Jesús y sus discípulos no estaban allí, subieron a las barcas y fueron a Cafarnaúm en busca de Jesús.
Al encontrarlo en la otra orilla, le preguntaron: «Maestro, ¿cuándo llegaste?».
Jesús les respondió: «Les aseguro que ustedes me buscan, no porque vieron signos, sino porque han comido pan hasta saciarse.
Trabajen, no por el alimento perecedero, sino por el que permanece hasta la Vida eterna, el que les dará el Hijo del hombre; porque es él a quien Dios, el Padre, marcó con su sello».
Ellos le preguntaron: «¿Qué debemos hacer para realizar las obras de Dios?».
Jesús les respondió: «La obra de Dios es que ustedes crean en aquel que él ha enviado».
Y volvieron a preguntarle: «¿Qué signos haces para que veamos y creamos en ti? ¿Qué obra realizas?
Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como dice la Escritura: Les dio de comer el pan bajado del cielo».
Jesús respondió: «Les aseguro que no es Moisés el que les dio el pan del cielo; mi Padre les da el verdadero pan del cielo; porque el pan de Dios es el que desciende del cielo y da Vida al mundo».
Ellos le dijeron: «Señor, danos siempre de ese pan».
Jesús les respondió: «Yo soy el pan de Vida. El que viene a mí jamás tendrá hambre; el que cree en mí jamás tendrá sed.
Palabra del Señor   
Reflexión
Un pan que siembra vida
El mes de agosto nos traerá la posibilidad de profundizar cada domingo en el conocido discurso del pan de vida. Jesús mismo es el pan de vida, que siembra vida. Todo verdea y florece a su alrededor.
No nos equivoquemos de alimento. Solo Jesús quita el hambre y satisface nuestra sed. Lo demás son sucedáneos. Vayamos en busca de ese pan y que lo encontramos en la eucaristía, presencia del Amor que alegra continuamente nuestra existencia.
“Danos siempre de este pan”, que tengamos siempre ganas de este pan, que no nos detenga nada ni nadie para ir en tu búsqueda, Señor. Tú estás aguardando en la panadería celestial que es el sagrario y la mesa de la eucaristía.
Después, nosotros tendremos que convertirnos también en pan que siembra vida, quita hambres y une corazones.-
Fuente: http://blogs.21rs.es/kamiano

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