martes, 12 de febrero de 2019

Evangelio según San Lucas 6,17.20-26 - "Las Bienaventuranzas"

6º Domingo
Tiempo Ordinario - Ciclo C -
"Las Bienaventuranzas"
17/02/19
Lc 6,17.20-26
Jesús al bajar de la montaña y se detuvo con sus discípulos en una llanura. Estaban allí muchos de sus discípulos y una gran muchedumbre que había llegado de toda la Judea, de Jerusalén y de la región costera de Tiro y Sidón,
Entonces Jesús, fijando la mirada en sus discípulos, dijo: «¡Felices ustedes, los pobres, porque el Reino de Dios les pertenece!
¡Felices ustedes, los que ahora tienen hambre, porque serán saciados! ¡Felices ustedes, los que ahora lloran, porque reirán!
¡Felices ustedes, cuando los hombres los odien, los excluyan, los insulten y los proscriban, considerándolos infames y los proscriban, considerándolos infames a causa del Hijo del hombre!
¡Alégrense y llénense de gozo en ese día, porque la recompensa de ustedes será grande en el cielo. De la misma manera los padres de ellos trataban a los profetas!
Pero ¡ay de ustedes los ricos, porque ya tienen su consuelo!
¡Ay de ustedes, los que ahora están satisfechos, porque tendrán hambre! ¡Ay de ustedes, los que ahora ríen, porque conocerán la aflicción y las lágrimas!
¡Ay de ustedes cuando todos los elogien! ¡De la misma manera los padres de ellos traban a los falsos profetas!
Palabra del Señor
Reflexión
Bienaventurados
En el Evangelio Jesús nos habla de ser “dichosos, felices”, los que son pobres, los que tienen hambre, a los que les insultan. Hay que estar un poco loco para fiarse de la Palabra de Jesús. Si Él de verdad es nuestro amigo, no importa lo que pase en la vida, que todo irá bien, por eso somos felices, porque Jesús es de verdad el que nos ayuda, el que nos sostiene. Jesús es como un puente, que nos ayuda a pasar de un lado al otro, a esquivar las dificultades y, sobre todo, con Él, siempre seremos felices.
¿Para qué quiere alguien muchas cosas si siempre está solo y no tiene amigos? Además, no podemos quererlo todo para nosotros, mientras hay personas muriendo de hambre en el mundo. ¡Ay, de los que no se fían de estas cosas del Señor! ¡Ay, de los ricos y saciados! Podríamos decir también de los ricos y “asociados”, de los que piensan que se es feliz con el tener.
Dibu: Patxi V. Fano  Texto: Fernando Cordero ss.cc. Fuente: http://blogs.21rs.es/kamiano
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