de Tiempo de Pascua - Ciclo B
3/05/15
Jn 15,1-8
"Yo soy la verdadera vid y mi Padre es el viñador.
El corta todos mis sarmientos que no dan fruto; al que da fruto, lo poda para que dé más todavía.
Yo soy la vid, ustedes los sarmientos El que permanece en mí, y yo en él, da mucho fruto, porque separados de mí, nada pueden hacer. Pero el que no permanece en mí, es como el sarmiento que se tira y se seca; después se recoge, se arroja al fuego y arde. El corta todos mis sarmientos que no dan fruto; al que da fruto, lo poda para que dé más todavía.
Ustedes ya están limpios por la palabra que yo les anuncié. Permanezcan en mí, como yo permanezco en ustedes. Así como el sarmiento no puede dar fruto si no permanece en la vid, tampoco ustedes, si no permanecen en mí.
Si ustedes permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran y lo obtendrán.
La gloria de mi Padre consiste en que ustedes den fruto abundante, y así sean mis discípulos".
Palabra del Señor
Reflexión
En la alegría de tu compañíaLa vid es una imagen que nos remite al vino, la alegría, la creatividad, el éxtasis, la inspiración. Para estar inspirados hemos de estar unidos a Jesús. Él nos concederá frutos abundantes para su Iglesia desde esta unión en la alegría. Los jóvenes y los niños -también los adultos- necesitan una Iglesia alegre y comprometida, hogar y taller de experiencias que desemboquen en el encuentro con el que es la verdadera vid. Nuevos lenguajes, nuevas plataformas y, sobre todo, compartir el tiempo con los jóvenes es una buena tarea que podemos extraer del vino nuevo del Evangelio, que termina por transformar nuestra caducidad y desgana. Estar unidos a la vid es garantía de una vida con sentido, una vida fructífera, una vida para derrochar el vino del amor. Con tantos niños y niñas que en estos días hacen su primera comunión, transmitamos la alegría de creer, de que Jesús se nos cuele en el corazón, hecho pan, hecho vino, hecho alegría y amor.
Transmitamos a todos la alegría de estar unidos a la Vid: la alegría de Caná, la alegría de María, la alegría de la Iglesia que es Comunidad del Resucitado.
Dibujo: Patxi V. Fano Texto: Fernando Cordero Morales ss.cc. Fuente:http://blogs.21rs.es/kamiano
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