martes, 26 de mayo de 2015

Evangelio según San Mateo 28, 16-20 - "Santísima Trinidad" - Solemnidad -

9º Domingo "Santísima Trinidad"
de Tiempo Ordinario - Ciclo B
31/05/15
Mt 28, 16-20

Después de la Resurrección del Señor, los once discípulos fueron a Galilea, a la montaña donde Jesús los había citado. 
Al verlo, se postraron delante de el; sin embargo, algunos todavía dudaron. 
Acercándose, Jesús les dijo: "Yo he recibido todo poder en el cielo y en la tierra. 
Vayan, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,  y enseñándoles a cumplir todo lo que yo les he mandado. Y yo estaré siempre con ustedes hasta el fin del mundo". 
Palabra del Señor      
Reflexión
La Trinidad, la mejor compañía
En el Domingo de la Trinidad vamos a celebrar que el Padre, el Hijo y el Espíritu nos acompañan cada día de nuestra vida. Es cierto, tenemos una misión que nos da Jesús: “Id y haced discípulos”. Pero no es una tarea en la que estemos solos. Él nos acompaña cada día del año, del mes, de la semana. Porque necesitamos su cercanía, su amor, su comprensión, su apoyo.
Además, Patxi hace un guiño en las hojas del calendario a los castillos de Santa Teresa. En este año teresiano, cada día es una oportunidad para entrar en nuestro castillo interior y no perder la ocasión de ahondar en nuestra interioridad, allí encontraremos al Dios Padre, Hijo y Espíritu que es “más interior a nosotros que nosotros mismos”.
Con la alegría, en medio del tiempo ordinario recién iniciado, que venimos caminando con Jesús, no nos olvidemos de los pobres y de la justicia como hiciera ejemplarmente el beato Óscar Romero.

Dibu: Patxi V Fano           Texto: Fernando Cordero ss.cc.             Fuente: http://blogs.21rs.es/kamiano

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