lunes, 31 de agosto de 2015

Evangelio según San Marcos 7, 31-37 - "Jesús sana a un sordomudo" -

23º Domingo 
de Tiempo Ordinario - Ciclo B
"Jesús sana a un sordomudo"
6/09/15
Mc 7, 31-37
Cuando Jesús volvía de al región de Tiro, pasó por Sidón y fue hacia el mar de Galilea, atravesando el territorio de la Decápolis.
Entonces le presentaron a un sordomudo y le pidieron que le impusiera las manos.
Jesús lo separó de la multitud y, llevándolo aparte, le puso los dedos en las orejas y con su saliva le tocó la lengua.
Después, levantando los ojos al cielo, suspiró y dijo: «Efatá», que significa: «Abrete».
Y enseguida se abrieron sus oídos, se le soltó la lengua y comenzó a hablar normalmente.
36 Jesús les mandó insistentemente que no dijeran nada a nadie, pero cuanto más insistía, ellos más lo proclamaban y, en el colmo de la admiración, decían: «Todo lo ha hecho bien: hace oír a los sordos y hablar a los mudos».
Palabra del Señor     
Reflexión
Limpia mis oídos
Hoy, como el sordo que apenas podía hablar, quiero decirte: “limpia mis oídos”.
Limpia mis oídos para escuchar tu Palabra, limpia mis oídos para acoger el clamor de los pobres... 
Limpia mis oídos, nuestros oídos, los de la sociedad, los del mundo. Algo pasa a nuestro mundo que no queremos oír, ni ver… Esa casa común parece tambalearse.
De nuevo a tus pies, Señor Jesús, creernos en tu Evangelio. Es posible: “Ábrete” dijiste al sordo. Y pudo oír. Pudo oír y hablar. Se le quitó la traba de la lengua. Ojalá se nos quite la traba de la indiferencia y así podamos escucharte de verdad. Mantennos en la esperanza de que es posible oír tu Voz.
Dibu: Patxi Velasco Fano    Texto: Fernando Cordero ss.cc.     Fuente: http://blogs.21rs.es/kamiano

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