martes, 29 de septiembre de 2015

Evangelio según San Marcos 10,2-16 - "Lo que Dios unió, no lo separe el hombre" -

27º Domingo 
de Tiempo Ordinario - Ciclo B
"Lo que Dios unió, no lo separe el hombre"
4/10/15
Mc 10,2-16

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Se acercaron a Jesús algunos fariseos y, para ponerlo a prueba, le plantearon esta cuestión: «¿Es lícito al hombre divorciarse de su mujer?».
El les respondió: «¿Qué es lo que Moisés les ha ordenado?».
Ellos dijeron: «Moisés permitió redactar una declaración de divorcio y separarse de ella».
Entonces Jesús les respondió: «Si Moisés les dio esta prescripción fue debido a la dureza del corazón de ustedes.
Pero desde el principio de la creación, Dios los hizo varón y mujer.
Por eso, el hombre dejará a su padre y a su madre,
y los dos no serán sino una sola carne. De manera que ya no son dos, sino una sola carne.
Que el hombre no separe lo que Dios ha unido».
Cuando regresaron a la casa, los discípulos le volvieron a preguntar sobre esto.
El les dijo: «El que se divorcia de su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra aquella;
y si una mujer se divorcia de su marido y se casa con otro, también comete adulterio».
Le trajeron entonces a unos niños para que los tocara, pero los discípulos los reprendieron.
Al ver esto, Jesús se enojó y les dijo: «Dejen que los niños se acerquen a mí y no se lo impidan, porque el Reino de Dios pertenece a los que son como ellos.
Les aseguro que el que no recibe el Reino de Dios como un niño, no entrará en él».
Después los abrazó y los bendijo, imponiéndoles las manos
Palabra del Señor     
Reflexión
Unidos y en actitud de acogida
El Evangelio del próximo domingo es una invitación a cuidar la familia, como regalo precioso de Dios. Escuela de amor y de acogida, de perdón y reconciliación. Es tan necesario que los niños tengan la oportunidad de sentir el amor de Jesús a través de sus padres. “Dejad que los niños se acerquen a mí”.
No provoquemos grietas irreparables en la comunidad central de la vida. Mimemos la convivencia familiar, los pequeños y grandes detalles, el acompañamiento de sus miembros, la donación gratuita. A pesar de la atmósfera envolvente, apostemos por la familia y por poner a los niños en un clima donde puedan sentir la presencia del Señor en medio de ellos.
Y oremos, con una sencilla petición que nos propone Fano:
Jesús, ayúdanos a unir a la familia y a acoger a los niños.
    Dibu: Patxi Fano        Texto: Fernando Cordero ss.cc.         Fuente: http://blogs.21rs.es/kamiano

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