26º Domingo de Tiempo Ordinario
Podemos reflexionar acerca de nosotros y de quienes nos rodean:
¿Estoy dispuesto a hacer más recortes para ser fiel a Jesús?
¿Tengo identificado qué aspectos y dimensiones de mi vida me hacen “caer”, o en qué puedo quizá escandalizar? ¿Quiero cortarlos?
¿Conozco a algún “cristiano anónimo”?
No tengamos miedo de hacer estos recortes, porque el Señor nos los pide por nuestro bien, por amor a nosotros, y por medio de su Espíritu nos dará la fuerza que necesitamos para que vivamos con esperanza y anunciemos su Evangelio, la única Buena Noticia capaz de salvarnos
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