martes, 3 de diciembre de 2013

Evangelio según San Lucas 1, 26-38

2º Domingo 
de Adviento - Ciclo A - Solemnidad "Inmaculada Concepción de María"
08/12/13
Lc 1, 26-38

En el sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret,  a una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia de David, llamado José. El nombre de la virgen era María. 
El Ángel entró en su casa y la saludó, diciendo: "¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo". 
Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué podía significar ese saludo. 
Pero el Ángel le dijo: "No temas, María, porque Dios te ha favorecido. 
Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús; él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin". 
María dijo al Ángel: "¿Cómo puede ser eso, si yo no tengo relaciones con ningún hombre?". 
El Ángel le respondió: "El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será Santo y será llamado Hijo de Dios. 
También tu parienta Isabel concibió un hijo a pesar de su vejez, y la que era considerada estéril, ya se encuentra en su sexto mes, porque no hay nada imposible para Dios". 
María dijo entonces: "Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho".Y el Ángel se alejó. 
Palabra del Señor   
Reflexión

Con María Inmaculada

María dice “sí” al ángel. Su disponibilidad abre las puertas del adviento de la fe, de una esperanza que ya no tendrá fin. María, la joven de Nazaret, sabia y humilde de corazón, nos muestra el camino más claro para vivir desde la voluntad de Dios. 

Ayer domingo comentaba algunas partes de la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium de nuestro Papa Francisco. Comentaban, algunas personas, que estaban emocionando con la lectura. Personalmente no me canso de decir que es un texto que tenemos que leer. Un texto para el Adviento. Nos llenará de alegría y de esperanza.

Leer lo que dice el Papa de María en el nº 286 de Evangelii Gaudium:

“María es la que sabe transformar una cueva de animales en la casa de Jesús, con unos pobres pañales y una montaña de ternura. Ella es la esclavita del Padre que se estremece en la alabanza. Ella es la amiga siempre atenta para que no falte el vino en nuestras vidas. Ella es la del corazón abierto por la espada, que comprende todas las penas. Como madre de todos, es signo de esperanza para los pueblos que sufren dolores de parto hasta que brote la justicia. Ella es la misionera que se acerca a nosotros para acompañarnos por la vida, abriendo los corazones a la fe con su cariño materno. Como una verdadera madre, ella camina con nosotros, lucha con nosotros, y derrama incesantemente la cercanía del amor de Dios”.

Rumiemos este comentario mariano de Francisco para prepararnos a la solemnidad de la Inmaculada Concepción de María. 

Adaptación. Fuente: http://blogs.21rs.es/kamiano

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